Artistas criminales.
Historias de genios sin ley es el título completo del libro del periodista
y escritor argentino Marcos Mayer, editado por primera vez en noviembre de
2012. Y desde ese momento me llamó la atención y quise leerlo. Por eso, cuando
vi que estaba en el catálogo de la Editorial El Ateneo no dudé en pedirlo.
Como ya lo dije en otras reseñas, me encantan los libros biográficos,
de cartas, diarios íntimos o todos aquellos que traten sobre la vida real y
cotidiana de artistas y escritores. Y en ese sentido, este libro es sumamente
interesante porque nos muestra un costado diferente de la vida de ciertas
personalidades.
Artistas criminales está compuesto por 20 historias
distintas con un denominador común: la estrecha relación entre el crimen y el
arte. El mismo autor lo comenta en la introducción: “Algunos de los criminales
que registra la historia fueron artistas, y pareciera haber aquí una conexión
diferente entre la vida y el delito cometido, entre el talento y la
transgresión a la ley. Una relación de parentesco que distingue sus crímenes de
los demás, que les da un raro sentido, que pone en evidencia la posibilidad de
nuevas lecturas tanto del arte que ha desarrollado cada uno de ellos como de
los asesinatos y robos en los que se vieron involucrados. Tal vez porque pudieron
volcar en un lienzo, en un papel o en una canción, la parte de ellos que los
llevó a cometer un delito. Crimen que a veces resulta sorprendente incluso para
sus propios autores, del mismo modo que muchas veces no les queda claro el
sentido último de la propia obra”.
De esta manera, Marcos Mayer recorre en estas 20 biografías
cortas, la vida y obra de diferentes artistas y su relación con el delito. Entre
las más interesantes puedo nombrar: Sade, estética del asesinato; Arthur Rimbaud,
la identidad perdida; Jean Genet, el ladrón mentiroso. Pero todas merecen la
misma atención, conozcamos o no al artista, porque son historias muy
particulares, e increíbles algunas, que nos mantienen entretenidos durante todo
el libro. En algunos casos, como la historia de Anne Perry, escritora que no
tuve la suerte de leer aún, nos dejan con ganas de saber más sobre el artista,
conocer su obra e investigar, mientras otras nos hielan la sangre, como por
ejemplo, Charles Manson, el rock del horror.
Por otra parte, quiero destacar la forma en la que está narrada cada historia, porque se
nos cuenta parte de la vida del artista, de su obra y su delito, de manera que
podamos relacionarlo todo, pero en una extensión no mayor a 15 páginas. En
ningún momento sentí que alguna historia me cansaba o aburría, porque la
información está muy bien dosificada, con un lenguaje sencillo y una narración ágil.
Artistas criminales es un libro distinto y muy entretenido,
que nos presenta historias variadas, cada una con una trama más que
interesante, sobre todo por el hecho de ser real. Espero que les haya gustado esta recomendación y que me cuenten si conocían este libro, si lo leyeron o les interesa leerlo.
¡Gracias a Editorial El Ateneo por el ejemplar!